Roban el cajero de Unicaja con un tractor

En la madrugada del domingo al lunes, entre las 2 y las 3, la tranquilidad de las calles del anejo antequerano de Cartaojal fue rota por un gran estruendo que despertó a varios vecinos. “Parecía como un trueno” dijo uno de los testigos. Pero los culpables en este caso no fueron los elementos atmosféricos, sino unos piratas de nuestro siglo que, tras robar un tractor con pala en el Cortijo de Cobalea perteneciente a los dueños del Cortijo Garay, se acercaron hasta nuestra localidad con la firme idea de hacerse con el botín guardado por el único cajero de este pueblo, que se encuentra en la oficina de Unicaja. Llegados a este punto, lo amarraron al tractor y sin el más mínimo sigilo tiraron hasta arrancarlo, comenzando seguidamente una precipitada huída mientras lo arrastraban, cruzando el parking del bar Caro,
destrozando el cercado del mismo y buscando la protección de la oscuridad en campo abierto. “Mi hermano que duerme arriba se asomó, y cuando los vio iban ya corriendo detrás del tractor por el campo”, comenta Juan, dueño del bar. Varios vecinos llamaron enseguida a la Guardia Civil que se personó rápidamente en el lugar de los hechos.
Tan alocada fue la huída a oscuras y con las luces apagadas, que el tractor cayó en el cauce seco de un arroyo, de unos 4 metros de ancho y 3 de profundidad, que cruza terrenos del cortijo de Serrano. Anteriormente debieron parar en algún lugar para recoger la caja fuerte con la pala del vehículo agrícola, y la llevaban en alto, por lo que ésta cayó del otro lado del arroyo tras el accidente. El golpe tuvo que ser duro, y el accidentado tractorista debe tener alguna secuela del volante.
Este percance fue tan sólo un pequeño contratiempo, ya que volvieron al cortijo de Cobalea para robar un segundo tractor que, al no contar con pala ni remolque que le fuese, tuvo que tirar de un pequeño carro atado con lo que pillaron a mano.
Emprendieron de nuevo la marcha, pero la intranquilidad de sentirse perseguidos junto a la necesidad que tendría el accidentado de ser atendido debió convencerles para alejarse de la carretera Córdoba-Antequera cuando ya se encontraban bastante cerca. Se dirigieron rumbo norte abandonando el segundo tractor y escondiendo la caja fuerte del cajero en un barranco del cortijo Fresnillo. Fue uno de los encargados de éste quien la encontró para que más tarde fuese llevada por miembros del cuerpo de la Guardia Civil nuevamente hasta Cartaojal. Mientras tanto, empleados del cortijo Garay retiraban con maquinaria sus vehículos.

Un equipo especial se encargó de abrir la caja fuerte que, aunque no presentaba mucho daño exterior, si se encontraba con la cerradura bloqueada. No debía contener en ese momento más de 8000 € según nos comentaba Enriqueta García, directora de la sucursal de Unicaja en Cartaojal, y al final ha sido recuperado. Sin embargo, el daño ocasionado por estos chapuceros piratas buscatesoros ha sido mucho mayor. En el camino queda la destrucción del cajero, los desperfectos ocasionados en el recinto perteneciente al bar Caro, los daños infligidos a los tractores que se encontraban en plena campaña de recogida de la aceituna, y lo peor de todo es esa leve inquietud, que aunque será mitigada por el tiempo, ahora se asienta inevitablemente en nuestros hogares.